Mañana se pone punto y final a cuatro años de campaña. Y el miércoles, comienza la de las elecciones presidenciales en Estados Unidos de 2016. El país con las campañas electorales más largas y con más glamour vive mañana su gran fiesta. Oye, que rimbombante me ha quedado esto...
Es que mirad los carteles electorales, muchísimo mejor hechos que los de aquí. Mirad las masas moviéndose. Porque en Estados Unidos todo es espectáculo. No conciben la vida sin los focos, los micrófonos y el maquillaje. Y así, hacen un proceso electoral que no solo interesa a ellos y a todo el mundo por las opciones presentadas, sino por la puesta en escena.
El país que recuperó los debates de la Antigua Grecia. El que vive toda su vida con glamour. Y que además, durante esta campaña, como si hubiera sido un obstáculo más, vivieron unas de las inundaciones más importantes de su historia, con la Gran Manzana desierta como si una película de Apocalipsis se tratara.
Obama Romney, Romney Obama. Mañana, o pasado, conoceremos quién es el nuevo hombre más poderoso del mundo. El preocuparse por las clases bajas, frente al buscar el ascenso económico por medio de los ricos. El de las políticas sociales frente a un Romney que sus seguidores han ido haciendo bajar puntos por declaraciones irreverentes. La nueva América frente a la más conservadora.
Solo me queda decir que gane el mejor (o el que sea mejor para el mundo entero).
Periodista de profesión y comunicadora por vocación, me gusta expresarme. Este es mi pequeño rincón en la red para poder aprender, disfrutar y charlar del presente, el pasado y el futuro. Nacida y residente en Asturias, una región del norte de España, verde y muy dinamitera, mi intención es ser una ciudadana del mundo.
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